El poder del diálogo es tan grande que puede ser peligroso, sobre todo si abusamos de su significado. A menudo, lo invocamos para reclamar que se nos escuche, pero sin voluntad de escuchar a los demás. También esperando que sirva para darnos la razón, pero sin ninguna predisposición a reconocer las razones de los otros.
Pensando en que esta información puede ser de utilidad a la ciudadanía, dada la temática del artículo, hemos publicado una reseña del mismo en la sección de Artículos de Actualidad de la web de Aragón Participa, para que puedan consultarlo.
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Autor: Aragón Participa
Fuente: aragonparticipa.aragon.es
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