La
democracia es, simultáneamente, muy potente y muy delicada. Muy potente porque nos permite algo tan importante como vivir juntos siendo diferentes. Nuestras sociedades se ven inevitablemente cruzadas por posiciones,
intereses y valores en oposición, de manera que su potencial de conflicto es muy elevado. La democracia nos ayuda a controlar la explosividad de nuestras sociedades, regulando sus conflictos a través de un diálogo civilizado. Pero también es muy delicada, como lo es el mantenimiento de cualquier tipo diálogo. Hoy, más que nunca, necesitamos mucha democracia y hoy, más que nunca, la vemos amenazada, instrumentalizada y debilitada desde flancos muy diferentes, como en el
debate sobre el futuro de la Diagonal de Barcelona.
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Artículos de Actualidad del portal de Participación Ciudadana del Gobierno de Aragón.
_________________________________Autor: Aragón ParticipaFuente: aragonparticipa.aragon.es
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